La Fundación Callejeros de la Misericordia, aprobada en marzo de 2018, comenzó sus actividades en mayo de 2016, enfocándose en apoyar a personas en situaciones vulnerables en las calles de Colombia. La fundación interviene principalmente en fenómenos sociales de calle, incluyendo a ciudadanos habitantes de calle, la comunidad LGTBI, trabajadoras sexuales, vendedores informales, recicladores, artistas callejeros, titiriteros, emigrantes, y otras expresiones callejeras. Estos grupos a menudo se enfrentan a condiciones de alto riesgo de vulnerabilidad, explotación, y violación de derechos humanos fundamentales.
La fundación busca contribuir al desarrollo integral de estas personas como ciudadanos, sujetos de derecho y actores de paz, a través de programas, proyectos y actividades que fomentan el crecimiento personal, la inclusión social y cultural. Este enfoque promueve la dignidad humana y crea vínculos afectivos que apoyan el desarrollo armónico y el crecimiento integral de los individuos, desde una perspectiva cristiana y franciscana. Además, trabaja en la transformación y desarrollo humano, reducción del daño, violencia y violación de derechos humanos, promoviendo el respeto, la reconciliación y los derechos de estas poblaciones para su inclusión en la sociedad.
El inicio de sus actividades fue marcado por un evento significativo en mayo de 2016, cuando el Estado colombiano intervino en el “Bronx”, un área notoria de Bogotá conocida por ser peligrosa y un centro de crimen organizado. Desde entonces, la fundación ha estado apoyando a las personas afectadas por esta intervención, muchas de las cuales viven en condiciones infrahumanas, excluidas de sus derechos, y son frecuentemente víctimas de violencia y asesinatos. En Bogotá, existen más de 9,500 personas habitantes de calle, y aunque el Estado ofrece programas de acogida y atención, la fundación se enfoca especialmente en aquellos que no se acogen a estos programas.